Las enfermedades hereditarias no progresivas de la retina representan un desafío diagnóstico en oftalmología. Aunque los pacientes suelen presentar una visión reducida desde el nacimiento o los primeros años de vida, el fondo de ojo puede ser normal, lo que complica su detección.
En este episodio del podcast oficial de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), la Dra. Rosa Coco, catedrática de Oftalmología de la Universidad de Valladolid, repasa los puntos clave para el diagnóstico y manejo de estas enfermedades poco frecuentes, enfatizando la importancia del electroretinograma y del diagnóstico genético en su abordaje clínico.
Diagnóstico de las enfermedades hereditarias no progresivas de la retina
El primer paso para sospechar una enfermedad hereditaria no progresiva de la retina es reconocer que el déficit visual suele ser evidente desde el primer año de vida, frecuentemente acompañado de fotofobia, nistagmus y miopía moderada o alta. Estas características deben alertar al oftalmólogo, incluso cuando la exploración del fondo de ojo es normal, de la necesidad de realizar pruebas electrofisiológicas, que resultan esenciales para establecer un diagnóstico correcto.Ceguera nocturna congénita estacionaria: causas y diagnóstico
Dentro de este grupo, una de las enfermedades más representativas es la ceguera nocturna congénita estacionaria (CNCS), un conjunto de patologías genéticas que afectan a las proteínas implicadas en la transducción de la señalentre los fotorreceptores y las células bipolares ON de la retina.Características clínicas principales:
- Disminución moderada de la agudeza visual.
- Ceguera nocturna desde la infancia.
- Miopía de 6 a 8 dioptrías.
- Estrabismo frecuente.
- Fondo de ojo estructuralmente normal.
- Tipo Schubert-Bornschein, el más frecuente, con un ERG escotópico negativo, es decir, ausencia de la onda B pese a una onda A normal.
- Tipo Riggs, menos común, caracterizado por una ausencia de la onda A, lo que indica un defecto en las terminales presinápticas de los fotorreceptores.
- Completa: bloqueo total de la transmisión sináptica.
- Incompleta: bloqueo parcial, con cierta función residual de bastones.
Formas con fondo de ojo anómalo
Aunque la mayoría de los casos cursan con fondo de ojo normal, existen variantes que presentan alteraciones visibles:- Fondo salpicado (Fundus albipunctatus)
- Herencia autosómica recesiva.
- Depósitos blanquecinos periféricos en la retina.
- Mutaciones en los genes RDH5 y RLBP1, que intervienen en el metabolismo de la vitamina A.
- En algunos pacientes, la visión nocturna puede mejorar con suplementación de betacarotenos o vitamina A, aunque bajo control médico, ya que el exceso puede causar toxicidad hepática o ósea.
- Enfermedad de Oguchi
- Presenta el fenómeno de Mizuo-Nakamura, con coloración dorado-verdosa de la retina que desaparece tras 2 horas de adaptación a la oscuridad.
- También se asocia a ceguera nocturna estacionaria con alteraciones genéticas específicas.
Bases genéticas y terapias en desarrollo
Las mutaciones genéticas determinan el tipo de afectación y su severidad. Entre los genes más implicados se encuentran:- NYX (ligado al X): codifica la proteína nyctalopina.
- LRIT3, RHO y PDE6B: asociados a formas autosómicas.
Disgenesias de conos: cromatopsia congénita y monocromatismo
Acromatopsia o cromatopsia congénita- Enfermedad no progresiva, con pérdida total de la función de los conos. ● Cursa con fotofobia intensa, mala visión desde el nacimiento y nistagmus pendular.
- Fondo de ojo normal o con mínimos cambios.
- Causada principalmente por mutaciones en CNGA3 y CNGB3.
- Pérdida de la función de los conos rojos y verdes, manteniendo los conos azules y los bastones.
- Se presenta con fotofobia, miopía y fondo de ojo normal, similar a la acromatopsia.
- Su diagnóstico diferencial se basa en el modo de herencia y el ERG fotópico azul parcialmente conservado.
- Ayudas de baja visión y apoyo educativo y ocupacional.
- Filtros ópticos específicos para reducir la fotofobia:


