Este video presenta el caso clínico de una paciente de 27 años que sufrió una luxación posterior de una lente ICL (lente de colámero) durante una intervención quirúrgica. La paciente presentaba miopía alta y, durante la limpieza del viscoelástico, la cánula se soltó con tal fuerza que empujó la lente hacia la retina, causando una gran rotura retiniana y quedando localizada en el espacio subretiniano. Dada la biocompatibilidad del material de la lente, se decidió dejarla in situ y realizar un seguimiento mediante fotocoagulación con láser para evitar un desprendimiento de retina. Tres años después, la paciente mantiene una buena agudeza visual, aunque ha comenzado a desarrollar una catarata subcapsular anterior, probablemente debido al traumatismo inicial.