En este video, se presentan las últimas novedades en el tratamiento del retinoblastoma, un tumor intraocular maligno más frecuente en niños. Aunque es poco común, con una incidencia de uno en cada 15,000 a 20,000 nacimientos, su tratamiento y manejo son cruciales para la supervivencia y calidad de vida de los pacientes.
Diagnóstico y Presentación:
- Edad y Signos: Aparece comúnmente en niños menores de 5 años, con una edad media de diagnóstico de 1 año en casos bilaterales y 2 años en unilaterales. El signo principal es la leucocoria.
- Genética: Mayoría de los casos son esporádicos, con mutaciones en la retina. Las formas hereditarias tienen mutaciones en la línea germinal, aumentando el riesgo de tumores bilaterales y múltiples.
Clasificación y Tratamiento:
- Clasificación TNM: Incluye la historia familiar y la mutación del gen RB1 como factores pronósticos.
- Opciones de Tratamiento: Incluyen la enucleación, radioterapia externa (ya en desuso), y quimioterapia sistémica, intraarterial e intravítrea. La quimioterapia intraarterial y la intravítrea se han convertido en alternativas efectivas para conservar el globo ocular y la función visual.
Técnicas Específicas:
- Quimioterapia Intraarterial: Consiste en la administración directa del fármaco en la arteria oftálmica, logrando altas concentraciones en la retina y reduciendo la dosis sistémica.
- Quimioterapia Intravítrea: Utilizada para tratar siembras vítreas, aunque presenta toxicidad retiniana en dosis acumulativas.
Innovaciones y Futuro:
- Quimioterapia Intracamerular: Para casos con invasión de la cámara anterior.
- Vitrectomía: Aunque experimental, algunos grupos están explorando su uso para tratar siembras vítreas, a pesar de sus riesgos.
- Fármacos Biológicos: En fase experimental, utilizando adenovirus para atacar selectivamente las células tumorales.
Conclusión: El manejo del retinoblastoma requiere un enfoque multidisciplinario para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. Las nuevas técnicas y tratamientos son prometedores, aunque el reto sigue siendo mantener altas tasas de supervivencia con mínima toxicidad.