El video presenta un estudio retrospectivo de la seguridad del implante intraocular de dexametasona en 185 ojos de 175 pacientes con edema macular asociado a diversas patologías, tratados en un centro desde abril de 2012 hasta junio de 2014. El objetivo principal fue evaluar la seguridad del implante, mientras que el objetivo secundario fue analizar si el efecto sobre la presión intraocular era diferente en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto previo al tratamiento.
Los resultados mostraron que la media de presión preinyección fue de 15,8 mmHg, y se observó un aumento progresivo con un pico a los dos meses, que se normalizó en el cuarto y sexto mes. Un 41% de los pacientes presentó un aumento de presión superior a 5 mmHg, y un 15% más de 10 mmHg. La media de inyecciones fue de 2,3, y el intervalo mediano fue de 5 meses. Se observaron 5 casos de presiones intraoculares superiores a 35 mmHg, de los cuales 2 requerieron intervención quirúrgica.
La evolución de la presión intraocular fue similar en pacientes con y sin glaucoma previo, y no se observaron diferencias en el efecto sobre la presión en función de la indicación o los pacientes vitrectomizados. La tasa de cataratas fue del 22%, y se intervino en un 15% de los casos.
El estudio encontró un perfil de seguridad aceptable para el implante intraocular de dexametasona, siempre que se realice una monitorización adecuada de la presión ocular. La comunicación destacó la importancia de la vigilancia de la presión intraocular en la primera semana después del implante, ya que se ha observado un aumento de presión en esta fase. También se discutió la posibilidad de modificar la pauta de seguimiento en función de los resultados del estudio.
En general, el video presenta un análisis detallado de la seguridad del implante intraocular de dexametasona en un grupo de pacientes con edema macular refractario, y destaca la importancia de una monitorización adecuada de la presión ocular para garantizar la seguridad del tratamiento.