El profesor Gz destacó la importancia de la autofluorescencia en la retina, particularmente en su uso en diversas enfermedades retinianas. Explicó que existen dos tipos: la autofluorescencia de longitud de onda corta (LOCK) y la de longitud de onda larga cercana al infrarrojo (LOIR), que se originan de la lipofuscina y la melanina, respectivamente. Esta técnica se emplea para observar la integridad del epitelio pigmentario y los fotorreceptores, y es útil para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades como la degeneración macular y otras patologías relacionadas con la acumulación de lipofuscina y melanina. La autofluorescencia también ayuda a monitorear la progresión de estas condiciones y evaluar la eficacia de los tratamientos.