La doctora Daniela Regol Lorca presentó una serie de 21 ojos de 19 pacientes con desprendimiento de retina asociado a desgarro gigante, recogidos en el Hospital San Pau de Barcelona y el Hospital Moorfields de Londres. La edad media fue de 45 años, con un 91% de hombres. La mayoría de los pacientes presentaron una agudeza visual baja al diagnóstico, con más de la mitad teniendo la mácula desprendida. El 67% eran fáquicos, y el tamaño medio del desgarro fue de 150 grados. El manejo quirúrgico más frecuente fue la vitrectomía, en un 76%, y el cerclaje escleral se asoció en un 24%. El uso de aceite de silicona fue el más común en el 70% de los casos. Los resultados visuales fueron buenos, con mejoría en todos los pacientes. Sin embargo, un 14% necesitó más de una cirugía para lograr la aplicación de la retina. Se destacó la importancia de un seguimiento cercano para el ojo contralateral debido a posibles roturas. La cirugía sigue siendo compleja y requiere más estudios para resolver las controversias sobre la técnica y el tipo de tamponador a utilizar.