Bruno Francisco Casco presentó una serie de casos clínicos sobre sífilis ocular, una manifestación rara pero creciente de la sífilis. El estudio incluyó cinco pacientes con síntomas como visión borrosa y biodesopsias, sin dolor ni fotofobia. Los hallazgos más comunes fueron vitritis y retinitis, tratados con penicilina y corticoides sistémicos. La estabilización visual ocurrió en un promedio de 9 semanas, con un seguimiento de 33 meses. Se destacó que la sífilis ocular debe considerarse en casos de uveítis y que un tratamiento adecuado con penicilina es efectivo, aunque puede dejar secuelas.