El estudio analiza los resultados de la cirugía de desprendimiento de retina en pacientes con síndrome de Stickler, evaluando factores como el tipo de rotura, técnica quirúrgica, número de cirugías y evolución visual. Se incluyeron 24 ojos, con un seguimiento prolongado. La rotura más frecuente fue un desgarro gigante anterior, tratada principalmente con vitrectomía, cerclaje y aceite de silicona. La retina quedó aplicada en todos los casos tras un año, con un 79% de éxito en la primera cirugía. La presencia de PVR preoperatoria aumentó el riesgo de redesprendimiento y baja visión. Se destaca la importancia del protocolo profiláctico de Cambridge, que reduce significativamente el riesgo de desprendimiento.