El estudio realizado por los doctores Ana Valda Baeza, Sacal Arcón, Vladimir Popovski, Cauli Mar Figueras y Alba Parrado, evalúa el cambio de ranibizumab de referencia a su biosimilar en pacientes con degeneración macular neovascular (DMN) tras seis meses de seguimiento. Los resultados muestran que, a pesar de un aumento significativo en el intervalo entre inyecciones, no hubo diferencias en la agudeza visual ni en la actividad de la membrana neovascular. El cambio no afectó la eficacia ni la seguridad del tratamiento en la práctica clínica real, aunque se recomienda continuar el seguimiento a largo plazo para evaluar más a fondo los efectos de los biosimilares.