La terapia génica se presenta como una alternativa prometedora a las inyecciones intravítreas en el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Esta técnica introduce copias funcionales de genes mediante vectores virales, permitiendo una producción sostenida de antiangiogénicos en la retina. Empresas como Regenxbio y Adverum desarrollan tratamientos que han demostrado reducir la necesidad de inyecciones en ensayos clínicos, aunque sin eliminarlas por completo. También se investiga su aplicación en la DMAE seca. Sin embargo, los desafíos incluyen costos elevados, seguridad a largo plazo y eficacia en diferentes vías de administración.