Carlos Solera presentó un estudio realizado en el Hospital La Paz sobre la calidad de vida de los pacientes que reciben inyecciones intravítreas con y sin el uso de blefarostato. La encuesta, aplicada a 420 pacientes, reveló que aquellos tratados con blefarostato experimentaron un 13% más de molestias, incluyendo mayor dolor y ansiedad. Un 10% de estos pacientes consideraron que los efectos adversos eran tan molestos que pensarían en suspender el tratamiento. El grupo sin blefarostato reportó menos dolor y molestias. Los pacientes también preferían que las inyecciones se realizaran en un solo día de consulta, sin tener que inyectarse ambos ojos el mismo día. El estudio concluyó que las inyecciones sin blefarostato son seguras y preferidas por muchos pacientes, sin un aumento significativo en el riesgo de complicaciones. Se destacó que la elección del uso de blefarostato depende de la comodidad del cirujano y las características del paciente.