Carlos compartió su experiencia en el tratamiento de la coreopatía serosa central utilizando un láser de pulso nano-segundo. Este láser, al aumentar la velocidad de aplicación, genera diferentes efectos en el tejido retiniano: fotoquímico, fototérmico y fotomecánico. En este último, la alta densidad de energía produce una microexplosión intracelular, que daña selectivamente el epitelio pigmentario sin afectar los fotorreceptores. A través de varios casos, mostró que el láser es efectivo en tratar tanto casos agudos como crónicos, mejorando la microperimetría y resolviendo el fluido subretiniano. En los casos más complejos, el tratamiento requirió varias sesiones, pero los resultados fueron excelentes, con una mejora significativa en la visión, especialmente en los casos menos graves. Además, destacó que este láser es más efectivo que los láseres sub-umbral tradicionales debido a su alta precisión y la energía concentrada en el epitelio pigmentario, sin dañar las células circundantes.