El tratamiento del edema macular diabético debe ser personalizado, considerando la heterogeneidad de los pacientes y sus respuestas a los tratamientos disponibles. La evidencia científica, incluidas guías y consensos, señala que los antiangiogénicos son la primera opción, aunque los corticoides y cirugía vitreorretiniana también tienen roles específicos. El manejo debe considerar factores sistémicos, oftalmológicos y las comorbilidades del paciente, adaptando el tratamiento a sus necesidades.