Un paciente masculino de 40 años sufrió un accidente laboral en el que un trozo de metal perforó su ojo, causando un traumatismo perforante con cuerpo extraño intraocular subretiniano. A pesar de usar gafas de protección, el paciente no las llevaba puestas en el momento del incidente. Se realizó un abordaje quirúrgico urgente para extraer el cuerpo extraño y reparar la herida. La intervención incluyó vitrectomía, láser y un intercambio de gas, con una buena recuperación visual postoperatoria. El diagnóstico se hizo mediante una exploración detallada, TAC y evaluación del tipo de traumatismo. El pronóstico dependió de factores como la localización y tamaño del cuerpo extraño, así como de la intervención oportuna.