El manejo de las moscas volantes sigue siendo un tema controvertido en oftalmología. La observación es la opción más segura, ya que muchas opacidades se desplazan con el tiempo y dejan de causar molestias. El láser YAG ofrece una alternativa en casos seleccionados, pero sus riesgos y eficacia aún se debaten. La vitrectomía es el tratamiento más efectivo, pero conlleva complicaciones como cataratas, desprendimiento de retina y endoftalmitis. Se recomienda informar al paciente sobre la evolución natural de la condición antes de considerar tratamientos invasivos.