Por Dr. Maximiliano Olivera, Departamento de Retina y Vítreo, Instituto Fernández Vega de Madrid
La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa de futuro para convertirse en una herramienta que ya forma parte de nuestra vida diaria. Desde nuestros móviles hasta los coches, esta tecnología está cambiando la forma en que interactuamos con el mundo. En el campo de la oftalmología, la IA está transformando la práctica clínica y abriendo nuevas posibilidades para mejorar la atención a los pacientes.
¿Qué entendemos por inteligencia artificial?
Podemos definir la inteligencia artificial como la capacidad de las máquinas y el software para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, la percepción y la toma de decisiones. En oftalmología, la IA se basa principalmente en el análisis avanzado de datos, lo que nos permite encontrar patrones en imágenes y datos clínicos que serían imposibles de identificar manualmente. Un rol clave en este proceso es el del científico de datos, profesional encargado de diseñar los estudios y extraer conocimiento a partir de grandes volúmenes de información. Sin ellos, ningún proyecto de IA médica tendría éxito.La “caja negra” y la explicabilidad
Uno de los conceptos más discutidos en torno a la inteligencia artificial es la llamada “caja negra”. En realidad, los algoritmos y redes neuronales no son más que secuencias de operaciones matemáticas que buscan patrones en los datos. Si bien es cierto que muchas veces estos procesos superan nuestra capacidad de comprensión como médicos, existen métodos para explorar cómo un algoritmo llega a una clasificación o decisión. La explicabilidad de la IA es un campo en crecimiento, aunque no profundizaremos en él aquí.Tres grandes tendencias de la IA en oftalmología
La inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar cada aspecto de la atención sanitaria. En oftalmología, destacan tres áreas principales:1. Gestión de recursos sanitarios
Los sistemas de salud enfrentan un aumento constante de la demanda asistencial, debido al envejecimiento de la población y la aparición de nuevos tratamientos. La IA puede ayudar en:- Previsión de picos de demanda, para optimizar recursos.
- Automatización de tareas administrativas (citas, informes), liberando tiempo del médico para la atención al paciente.
2. Medicina de precisión
La IA permite personalizar la atención mediante:- Detección de biomarcadores en imagen.
- Perfiles genéticos y poblacionales para mejorar diagnósticos y tratamientos.
- Aplicaciones en patologías como la diabetes, donde el ojo se convierte en una ventana para monitorizar enfermedades sistémicas (oculómica).
3. Democratización de la atención sanitaria
Uno de los mayores impactos de la IA está en la telemedicina y el triaje remoto de pacientes. Ejemplos actuales:- Programas como Retisalud (Canarias).
- Software basado en IA como IDx-DR o LuxIA.
Impacto futuro: hacia una oftalmología más accesible y personalizada
La combinación de avances tecnológicos y la reducción de costes diagnósticos nos lleva hacia un futuro en el que muchos pacientes podrán realizar controles desde su hogar mediante dispositivos conectados a algoritmos de IA. Esto no solo mejorará la accesibilidad en áreas remotas, sino que optimizará los tiempos de consulta, enfocando los recursos médicos en quienes más lo necesitan.Conclusiones
La inteligencia artificial está redefiniendo la oftalmología con un enfoque en la eficiencia, la precisión y la equidad en la atención sanitaria. Gracias a la colaboración entre médicos, científicos de datos y equipos multidisciplinares, la IA puede:- Mejorar la gestión de recursos.
- Avanzar en la medicina personalizada.
- Favorecer la democratización del acceso a la salud ocular.