SERV – Sociedad Española de Retina y Vítreo

Concepto de alta miopía, miopía patológica, maculopatía miópica

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La alta miopía es una condición oftalmológica que afecta cada vez a más personas en todo el mundo y representa un desafío creciente para los especialistas en retina y vítreo. En este episodio del podcast de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), el profesorJosé María Moreno, catedrático de Oftalmología y jefe de servicio en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, analiza en profundidad conceptos clave como la miopía magna, la miopía patológica, la maculopatía miópica y el estafiloma miópico. Este artículo resume los puntos más relevantes del episodio, ofreciendo una guía práctica para residentes y especialistas en oftalmología interesados en comprender mejor estas patologías y sus implicancias clínicas.

Alta miopía o miopía magna

Tradicionalmente, se consideraba alta miopía a todo paciente con más de -6 dioptrías. Sin embargo, el criterio actual más preciso se basa en la longitud axial del ojo: más de 26 mm. La biometría ocular se ha convertido en la herramienta fundamental para identificar y cuantificar la miopía magna, ya que ofrece mayor fiabilidad frente a variaciones en la curvatura corneal. Ante todo paciente alto miope, este estudio resulta imprescindible.

Miopía patológica y pérdida de agudeza visual

No todos los pacientes con miopía magna desarrollan complicaciones. La miopía patológica se define por la presencia de alteraciones en el fondo de ojo que producen pérdida de agudeza visual. La complicación principal es la maculopatía miópica, una condición compleja que puede manifestarse en tres formas principales:
  • Atrofia coroidea y retiniana, que progresa hacia atrofia difusa o geográfica.
  • Neovascularización coroidea miópica, con crecimiento anómalo de vasos desde la coroides hacia la retina.
  • Tracción vitreorretiniana, que puede desencadenar agujeros maculares y desprendimiento de retina.
Cada uno de estos componentes puede coexistir en el mismo paciente, lo que dificulta el manejo clínico y quirúrgico.

Maculopatía miópica: diagnóstico y tratamiento

Neovascularización miópica Se caracteriza por la aparición de membranas neovasculares coroideas. A diferencia de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), estas membranas presentan menor crecimiento y exudación, pero sí pueden provocar hemorragias y pérdida visual severa.
  • El tratamiento estándar son las inyecciones intravítreas de anti-VEGF, aplicadas bajo pautas PRN (según necesidad), con controles mensuales y seguimiento posterior trimestral o semestral.
Maculopatía atrófica Progresivamente, el crecimiento ocular en la alta miopía produce atrofia coroidea. Lamentablemente, a día de hoy no existe un tratamiento eficaz para frenar este proceso, que conduce a la pérdida irreversible de visión. Maculopatía traccional La elongación ocular puede generar tracción vitreorretiniana, provocando desde agujeros lamelares hasta desprendimientos de retina.
  • En estos casos, la cirugía vitreorretiniana (vitrectomía) es la opción indicada, con técnicas avanzadas como el pelado de la membrana limitante interna y el uso de gas intraocular.
  • Existen también técnicas complementarias como la indentación macular, exploradas en centros especializados europeos.

El papel del estafiloma miópico

El estafiloma posterior es considerado hoy el principal biomarcador de la alta miopía. Se trata de una deformación del polo posterior que aumenta el riesgo y la progresión de las tres formas de maculopatía miópica. Los estudios recientes muestran que los pacientes con estafiloma presentan:
  • Mayor riesgo de maculopatía atrófica.
  • Mayor probabilidad de complicaciones traccionales.
  • Evolución más desfavorable que aquellos sin estafiloma.
Por ello, en la práctica clínica es esencial identificar y clasificar el tipo de estafiloma mediante estudios de OCT y registro fotográfico de fondo de ojo.

Conclusión

La alta miopía y sus complicaciones representan un verdadero reto sanitario debido al aumento global de la prevalencia de la miopía. El correcto diagnóstico mediante biometría, OCT y la identificación del estafiloma es fundamental para anticipar riesgos y orientar el tratamiento adecuado. La investigación y la práctica clínica siguen avanzando, pero el desafío es claro: frente al crecimiento de esta “epidemia de la miopía”, los especialistas en oftalmología, retina y vítreo deben mantener una vigilancia estricta de sus pacientes y profundizar en el estudio de estas patologías para mejorar el pronóstico visual.