Por Dr. Carlos Cava Valenciano
Coordinador de la guía sobre Coriorretinopatía Serosa Central (CSC)
La Coriorretinopatía Serosa Central (CSC) es una de las enfermedades más frecuentes en las consultas de retina. Se caracteriza por la acumulación de líquido bajo la retina, generando una pérdida de visión central que puede presentarse de forma aguda, crónica o recurrente.
Desde el Hospital General Universitario de Albacete y la Clínica Miranza, comparto un resumen de los principales aspectos que debe conocer todo oftalmólogo sobre esta patología: desde su definición y causas hasta los métodos diagnósticos más efectivos y los tratamientos recomendados actualmente.
¿Qué es la Coriorretinopatía Serosa Central?
La CSC es una enfermedad que provoca un desprendimiento localizado de la retina neurosensorial en la región macular, debido a la acumulación de líquido subretiniano. Esta condición puede estar acompañada por elevaciones del epitelio pigmentario de la retina y afectar directamente a la calidad visual del paciente.
Principales síntomas de la CSC
Los pacientes con Coriorretinopatía Serosa Central suelen presentar:
- Disminución de la agudeza visual central
- Escotoma: mancha o zona oscura en el centro de la visión
- Metamorfopsia: distorsión de las imágenes
- Discromatopsia: alteración en la percepción del color
- Hipermetropía funcional
- Reducción de la sensibilidad al contraste
Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración según la evolución del cuadro clínico.
Factores de riesgo y epidemiología
La CSC afecta a aproximadamente 34 personas por cada 100.000 habitantes y es más común en hombres (hasta 6 veces más frecuente). Entre los factores de riesgo más destacados se encuentran:
- Estrés psicológico o emocional
- Personalidad tipo A (perfeccionistas, autoexigentes)
- Uso de corticoides, tanto exógenos como niveles elevados de cortisol endógeno
- Factores genéticos y vasculares
- Estilo de vida y predisposición hormonal
Diagnóstico de la Coriorretinopatía Serosa Central
El diagnóstico preciso de la CSC requiere de pruebas de imagen especializadas. Las más utilizadas y efectivas incluyen:
Tomografía de Coherencia Óptica (OCT)
Permite visualizar el líquido subretiniano y otras alteraciones estructurales de la retina.
OCT Angiografía (OCTA)
Detecta la presencia de membranas neovasculares, especialmente en formas crónicas de la enfermedad.
Autofluorescencia
Identifica patrones característicos como el patrón en reguero, útil para confirmar la CSC.
Angiografía con fluoresceína y verde de indocianina
Esencial para observar áreas de aumento de permeabilidad coroidea y determinar la extensión de la patología.
Estas herramientas permiten no solo confirmar el diagnóstico, sino también clasificar la enfermedad y planificar el tratamiento adecuado.
Diagnóstico diferencial
Existen otras patologías que pueden presentar síntomas o hallazgos similares en las pruebas de imagen. Por ello, es fundamental realizar un diagnóstico diferencial preciso con:
- Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)
- Neovascularización coroidea
- Uveítis posteriores o coroidopatías inflamatorias
- Tumores coroideos
Una correcta diferenciación evita tratamientos y permite un mejor pronóstico visual.
Tratamiento de la Coriorretinopatía Serosa Central
El manejo terapéutico de la CSC depende del tipo y evolución del caso. Entre los tratamientos con mayor evidencia y efectividad clínica se encuentran:
Terapia Fotodinámica
Indicado especialmente en formas crónicas. Ayuda a reducir la permeabilidad coroidea.
Láser subumbral
Emplea pulsos de baja energía que estimulan la recuperación sin causar daño térmico a los tejidos.
Inyecciones intravítreas de anti-VEGF
Recomendadas cuando existen membranas neovasculares asociadas.
Láser térmico convencional
Se puede utilizar solo en casos seleccionados, cuando los puntos de fuga están alejados del centro macular.
Es importante considerar cada tratamiento en función de las características clínicas y las imágenes diagnósticas de cada paciente.
Coriorretinopatía Serosa Central y el síndrome paquicoroideo
La CSC forma parte del llamado síndrome paquicoroideo, un grupo de enfermedades que comparten características estructurales en la coroides. Esto incluye engrosamiento coroideo, dilatación de vasos y áreas de hiperpermeabilidad. En algunos casos, estas entidades pueden solaparse o evolucionar de forma simultánea en un mismo paciente.
Reconocer esta relación ayuda a comprender mejor el origen de la enfermedad y su comportamiento clínico.
Conclusión
La Coriorretinopatía Serosa Central es una patología compleja, frecuente y con implicaciones visuales importantes. Su correcto diagnóstico y tratamiento dependen del uso adecuado de herramientas de imagen y del conocimiento actualizado sobre su fisiopatología.
Esta guía busca ser un manual práctico, accesible y útil para oftalmólogos, proporcionando un enfoque integral basado en la experiencia clínica y la literatura científica actual.