SERV – Sociedad Española de Retina y Vítreo

Desprendimiento de retina por desgarro gigante

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Por el Dr. Diego Ruiz Casas retinólogo y cirujano de vítreo retina del hospital Ramón de Kof y Cajal de Madrid y también de El Grupo Hospitalario HMT Madrid.

¿Qué es un desgarro gigante de retina?

El desgarro gigante de retina es una rotura extensa de la retina periférica, con más de 3 horas de arco, generalmente asociada a desprendimiento del vítreo posterior. Este tipo de desgarro permite el paso de humor vítreo licuado al espacio subretiniano, provocando un desprendimiento de retina de rápida evolución y alto riesgo de complicaciones. Se diferencia de patologías como la diálisis de la ora serrata, donde no hay desprendimiento vítreo posterior y el líquido que diseca la retina es humor acuoso, con un pronóstico quirúrgico mucho más favorable.

¿Por qué ocurre? Principales factores de riesgo

Aunque más de la mitad de los desgarros gigantes son idiopáticos, existen factores bien establecidos que aumentan el riesgo:
  • Miopía magna o alta, que adelgaza la retina periférica.
  • Vitreorretinopatías hereditarias, como el síndrome de Wagner, Stickler o Marshall.
  • Traumatismos oculares directos.
  • Cirugía de cataratas, que puede inducir un desprendimiento vítreo posterior tardío, especialmente en los primeros 2 años.
  • Maniobras quirúrgicas arriesgadas, como intentar rescatar un núcleo luxado tras ruptura capsular sin usar vitrectomía adecuada.
En pacientes pediátricos la incidencia es más alta, llegando hasta el 30% de los desprendimientos de retina.

Evolución natural y riesgos del desgarro gigante

Sin tratamiento, el desprendimiento por desgarro gigante suele progresar rápidamente y conlleva un riesgo tres veces mayor de desarrollar proliferación vítreo-retiniana (PVR). Esto ocurre por la gran cantidad de epitelio pigmentario liberado en la cavidad vítrea, que se adhiere a la superficie de la retina y forma membranas traccionales. En casos extremos, puede avanzar hasta un desgarro 360º, comprometiendo el cuerpo ciliar y llevando a hipotonía y ceguera irreversible.

Tratamiento quirúrgico del desgarro gigante de retina

Vitrectomía, el estándar de oro

  • Permite eliminar tracciones y vítreo cortical residual.
  • Se usa perfluorocarbono líquido para estabilizar la retina y realizar un afeitado periférico exhaustivo.
  • La retinopexia circunferencial con láser 360º mejora el éxito primario y previene nuevos desprendimientos.

Faco-vitrectomía

  • Aunque no aumenta el éxito anatómico, facilita una vitrectomía más completa y previene una segunda cirugía de catarata, altamente probable tras el uso de tampones prolongados.

Vitrectomía combinada con cerclaje

  • Indicada en menores de 18 años o con PVR preexistente, donde mejora significativamente los resultados anatómicos.

Opciones de taponamiento

  • Aceite de silicona: asegura estabilidad mecánica prolongada, aunque con riesgo de toxicidad sobre la retina.
  • C3F8: ofrece resultados anatómicos similares, con mejores resultados funcionales en algunos casos.
  • En situaciones de alto riesgo de deslizamiento de la retina, se puede usar perfluorocarbono líquido como taponamiento temporal por 7-14 días, evitando la caída de la retina al retirar el fluido.

¿Y el ojo contralateral? Prevención imprescindible

El ojo adelfo de un paciente con desgarro gigante tiene un riesgo elevado (entre 12% y 50%) de sufrir un evento retiniano, incluyendo un nuevo desgarro gigante. Por ello se recomienda:
  • Tratar lesiones predisponentes con láser de forma profiláctica.
  • Discutir con el paciente la posibilidad de una fotocoagulación 360º, especialmente tras un resultado anatómico o funcional comprometido en el primer ojo.