En una nueva edición de Mesa SERV, el espacio de la Sociedad Española de Retina y Vítreo dedicado al análisis y la reflexión clínica entre especialistas, se abordó un tema de gran relevancia: la relación entre la vitrectomía vía pars plana y el riesgo de hipertensión ocular y glaucoma.
El punto de partida fue un metaanálisis publicado recientemente en Ophthalmology por Gallo Afflitto y colaboradores, que revisó 41 estudios con más de 54.000 ojos operados, aportando una visión integral sobre las posibles implicaciones de esta cirugía en la presión intraocular y la función del nervio óptico.
Evidencia científica sólida y metodología rigurosa
El trabajo siguió las guías PRISMA y Cochrane Handbook, registrándose previamente en PROSPERO. Además, se centró en ojos no diabéticos para evitar sesgos derivados de la retinopatía diabética y empleó herramientas de descubrimiento asistido por inteligencia artificial, como Research Rabbit, para ampliar la búsqueda bibliográfica. Las principales indicaciones quirúrgicas fueron el desprendimiento de retina (48,8%), la membrana epirretiniana idiopática (43,9%) y el agujero macular (41,5%). El seguimiento medio fue de 26,5 meses, con una edad promedio de 62 años.Incidencia de hipertensión ocular y glaucoma
El estudio reveló una incidencia combinada del 5,6% para hipertensión ocular y del 3,9% para glaucoma tras la vitrectomía. Aunque estas cifras pueden parecer moderadas, los autores destacan que son clínicamente significativas y sostenidas en el tiempo. Incluso al excluir estudios con resultados extremos, los valores se mantuvieron en 3,7% y 3,2%, respectivamente, lo que confirma la consistencia de la asociación. La presión intraocular media aumentó ligeramente de 14,2 a 14,9 mmHg, un cambio discreto pero relevante para pacientes con predisposición glaucomatosa.El papel determinante del estado del cristalino
Uno de los hallazgos más contundentes fue el impacto del estado del cristalino. Los ojos pseudofáquicos mostraron un riesgo tres veces mayor de hipertensión ocular (OR 3,19) y hasta doce veces mayor de glaucoma (OR 11,81) en comparación con los ojos fáquicos. Según los autores, el cristalino y el vítreo actúan como barreras antioxidantes. Su ausencia aumenta la difusión de oxígeno hacia la cámara anterior, generando estrés oxidativo y disfunción trabecular, lo que favorece el desarrollo de glaucoma.Factores quirúrgicos y materiales intraoculares
El tipo de taponador intraocular también influyó en el riesgo. Los ojos con aceite de silicona presentaron la mayor incidencia de hipertensión ocular y glaucoma, mientras que los gases expansibles (SF6, C3F8) causaron incrementos más transitorios. Incluso eliminando los casos con silicona, la incidencia global solo descendió ligeramente, lo que sugiere que el fenómeno es intrínseco a la cirugía vitrectomía y no solo al material empleado.Limitaciones y conclusiones clínicas
Aunque todos los estudios incluidos fueron observacionales y las definiciones de glaucoma no siempre fueron homogéneas, la consistencia de los resultados confiere solidez a las conclusiones. En síntesis, el metaanálisis confirma que:- La vitrectomía pars plana no es neutra respecto a la presión ocular.
- El estado del cristalino es un modificador clave del riesgo postoperatorio.
- Se recomienda un seguimiento prolongado de los pacientes pseudofáquicos.


