Por Dr. Sergio Copete – Complejo Hospitalario Universitario de Albacete
La relación entre la microbiota intestinal y enfermedades sistémicas es cada vez más evidente. En este artículo exploramos cómo esta conexión podría influir directamente en la retina, específicamente en la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una de las principales causas de pérdida visual en el mundo occidental.
¿Qué es la microbiota y por qué es tan relevante?
La microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, virus, arqueas y hongos) que habitan en nuestro cuerpo. Más del 70% se concentra en el tracto digestivo. Este ecosistema no solo participa en la digestión, sino también en funciones inmunológicas, neurológicas y metabólicas.
Cuando el equilibrio de la microbiota se rompe —una situación conocida como disbiosis— se ha vinculado a diversas patologías, incluyendo enfermedades neurológicas (como el Parkinson o el autismo), metabólicas (diabetes tipo 2), cardiovasculares, cáncer e incluso enfermedades oculares.
¿Puede la microbiota influir en la retina?
Mecanismos fisiopatológicos propuestos
Estudios recientes sugieren que la disbiosis puede:
- Aumentar la permeabilidad intestinal.
- Facilitar la translocación de endotoxinas y productos bacterianos.
- Activar receptores tipo Toll-like (TLR) en células inmunes y en el epitelio pigmentario de la retina.
- Inducir inflamación intraocular crónica.
- Estimular la producción de factores angiogénicos.
- Alterar la absorción de nutrientes esenciales para la retina como vitamina C, E, betacarotenos, zinc y cobre.
Evidencia experimental en modelos animales
El eje intestino-retina: estudio de Rowan et al.
En un estudio pionero, Rowan alimentó ratones con dietas de diferente carga glucémica durante 12 meses. Los hallazgos más relevantes fueron:
- Los ratones con dieta más saludable tenían mayor proporción de Bacteroidetes, mientras que los de dieta alta en glucemia mostraban un predominio de Firmicutes y Proteobacterias.
- A nivel retiniano, se observó un adelgazamiento de capas, degeneración de fotorreceptores y envejecimiento precoz.
- Los ratones que cambiaron a dieta saludable a mitad del experimento mejoraron significativamente, incluso en parámetros bioquímicos como serotonina o peroxidación lipídica.
Otros estudios en ratones
- Adriansen indujo membranas neovasculares con láser. Los ratones alimentados con dieta rica en lípidos desarrollaron lesiones, especialmente aquellos sin alteración de su microbiota.
- La alteración de la microbiota con antibióticos redujo la incidencia de membrana neovascular.
- Se encontró un aumento de citoquinas inflamatorias (IL-6, TNF-α, IL-1β) en ratones con disbiosis.
- La microbiota condicionó la duración de la respuesta inflamatoria y la infiltración de microglía en retina.
Estudios en humanos: ¿qué nos dice la evidencia?
Datos metagenómicos y composición bacteriana
- Zinkernagel analizó la metagenómica de 12 pacientes con DMAE vs. 11 controles. Encontró un aumento de Firmicutes y genes relacionados con fermentación, degradación del glutamato y síntesis de arginina.
- Cissé et al. identificaron un aumento de Negativicutes en pacientes con DMAE, proponiéndolos como posibles biomarcadores.
- Estudios genéticos mostraron una relación entre ciertos polimorfismos del factor H del complemento, la composición de la microbiota y el riesgo de DMAE.
Variabilidad entre poblaciones
No todos los estudios son concordantes. En poblaciones asiáticas, algunos hallazgos difieren:
- Reducción de Firmicutes.
- Aumento de Proteobacterias.
- Disminución del género Blautia, también descrita por otros autores.
El gran estudio de Liu: más de 6.000 casos
Este análisis masivo encontró un aumento de la familia Spirochaetaceae (Proteobacterias) en pacientes con DMAE, confirmando una asociación robusta.
Potenciales terapias: ¿modular la microbiota para proteger la retina?
Trasplante fecal y dieta
- En ratones, el trasplante fecal de microbiota sana redujo la incidencia de membranas neovasculares hasta en un 65%.
- También disminuyó la expresión sistémica de interleuquinas proinflamatorias.
Probióticos, prebióticos y posbióticos
- Bifidobacterium en modelos animales ha demostrado proteger fotorreceptores.
- El papel de los prebióticos y posbióticos está en fase exploratoria, pero su potencial terapéutico es prometedor.
¿Solo intestinal? La microbiota está en todas partes
Se ha detectado microbiota en otras localizaciones anatómicas, como:
- Faringe, relacionada también con DMAE.
- Globo ocular, incluso intraocular.
- Otras enfermedades oftalmológicas (glaucoma, retinopatía diabética) también muestran alteraciones microbianas.
Conclusión
Aunque aún no podemos afirmar que la microbiota cause la degeneración macular, la evidencia acumulada sugiere una relación bidireccional y multifactorial. Establecer si es causa o consecuencia es el próximo reto, pero lo que ya parece claro es que modular la microbiota podría convertirse en una estrategia terapéutica real para frenar la progresión de la DMAE.