SERV – Sociedad Española de Retina y Vítreo

Prótesis retinianas

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Las prótesis retinianas representan uno de los avances más prometedores en oftalmología moderna. Estas innovaciones buscan devolver la percepción visual a personas con ceguera provocada por enfermedades degenerativas de la retina, como la retinosis pigmentaria o la atrofia geográfica asociada a la DMAE

En este episodio del podcast de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), la doctora Lucía Galletero, especialista en retina, explica en profundidad cómo funcionan estas prótesis, su evolución, los distintos tipos y su impacto real en la calidad de vida de los pacientes.

Avances y fundamentos de las prótesis retinianas 

Actualmente, más de 253 millones de personas en el mundo padecen algún grado de discapacidad visual, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de estos casos son prevenibles o tratables, pero en un porcentaje menor —especialmente en enfermedades degenerativas de la retina—, la pérdida visual es irreversible. En estos casos, las prótesis retinianas surgen como una alternativa innovadora para restaurar parcialmente la visión, aprovechando las células internas de la retina que permanecen intactas, como las células ganglionares y bipolares, estimulándolas mediante impulsos eléctricos. 

Estas prótesis se dividen en dos grandes grupos: 

  • Prótesis corticales, que estimulan directamente el cerebro. 
  • Prótesis retinianas, que actúan sobre las capas internas de la retina, salvando los fotorreceptores dañados.

Cómo funcionan las prótesis retinianas 

El principio de funcionamiento es similar entre los distintos dispositivos. Un sistema externo, normalmente unas gafas con cámara incorporada, capta y procesa las imágenes del entorno. 

Luego, esta información se convierte en impulsos eléctricos que son transmitidos a una matriz de electrodos implantada en la retina, estimulando las células funcionales y generando la percepción de luz y formas. 

Dependiendo de dónde se ubique el implante, las prótesis retinianas se clasifican en: 

  • Epirretinianas: situadas sobre la superficie interna de la retina, estimulando las células ganglionares.

○ Ejemplo destacado: Argus II, aprobado por la FDA en 2013 y certificado clínicamente en Europa. 

  • Subretinianas: localizadas entre el epitelio pigmentario y la capa nuclear interna, estimulando las células bipolares. 

○ Ejemplo: Alpha AMS, que cuenta con chip fotosensible y no requiere gafas externas. 

  • Supracoroideas: más recientes y seguras, se implantan detrás de la coroides. Aunque la cirugía es más sencilla, requieren mayor intensidad de estímulo eléctrico. 

Evaluación clínica y resultados en pacientes 

La eficacia de las prótesis retinianas no se mide únicamente en agudeza visual tradicional, sino en parámetros funcionales y de calidad de vida. 

Entre los test clínicos más utilizados se encuentran: 

  • Reconocimiento de letras y formas simples
  • Test de orientación y movilidad, como el test de la puerta, el seguimiento de línea o la localización de cuadrados
  • Cuestionario FLORA, que evalúa cómo la prótesis mejora la autonomía en tareas cotidianas como desplazarse, reconocer objetos o identificar la dirección de una persona. 

En estudios multicéntricos, el dispositivo Argus II ha mostrado mejoras significativas en percepción de luz, orientación y movilidad, manteniendo más del 95 % de funcionalidad de los electrodos a lo largo de cinco años. 

Conclusión 

Las prótesis retinianas abren una nueva era en la lucha contra la ceguera causada por enfermedades degenerativas de la retina. Aunque todavía no permiten una visión completa, su desarrollo constante y los avances tecnológicos ofrecen una esperanza real de recuperación visual parcial y una mejor calidad de vida para los pacientes. Como destaca la doctora Lucía Galletero, estas investigaciones continúan siendo una vía de innovación clave en oftalmología, combinando ingeniería, neurociencia y cirugía ocular para acercar la ciencia a la visión del futuro.