SERV – Sociedad Española de Retina y Vítreo

Stress oxidativo visual

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Por la Dra. Mónica Asencio Durán · Hospital La Paz, Madrid

El ojo es un órgano único: altamente fotosensible, metabólicamente activo y expuesto de manera continua a la luz. Esta combinación le convierte en una de las estructuras más vulnerables al estrés oxidativo, especialmente al fotoestrés oxidativo, un proceso clave tanto en el envejecimiento ocular como en múltiples enfermedades retinianas.

En este artículo revisamos los conceptos esenciales abordados en el episodio del podcast SERV, profundizando en los mecanismos celulares implicados y en las estrategias antioxidantes que pueden ayudar a proteger la retina.

¿Qué es el estrés oxidativo y por qué afecta tanto al ojo?

La teoría del envejecimiento por estrés oxidativo propone que las pérdidas funcionales asociadas a la edad se deben a la acumulación progresiva de daño oxidativo en células y macromoléculas como:

  • Lípidos

  • Proteínas

  • ADN nuclear y mitocondrial

Este daño es causado por un exceso de especies reactivas de oxígeno y nitrógeno (ROS y RNS), producidas en condiciones fisiológicas pero incrementadas ante estímulos como:

  • Luz solar

  • Radiación ultravioleta e ionizante

  • Contaminación

  • Tabaco y alcohol

  • Estrés mental e insomnio

  • Fármacos y metales pesados

Aunque el organismo posee defensas antioxidantes, el ojo presenta bajos niveles enzimáticos protectores, pero un alto contenido de sustratos oxidables, lo que le vuelve especialmente sensible al daño fotooxidativo.

Mecanismos celulares del daño oxidativo

Los radicales libres actúan robando electrones a moléculas esenciales, desencadenando procesos como:

1. Peroxidación lipídica

  • Afecta a membranas celulares

  • Induce apoptosis o respuestas inflamatorias

2. Oxidación de proteínas

  • Deteriora proteínas estructurales y enzimáticas

  • Afecta vías de señalización

3. Daño en el ADN

  • Especialmente en el ADN mitocondrial

  • Produce disfunción en la respiración celular

  • Genera un “círculo vicioso”: más daño → más radicales libres

Este daño progresivo participa en el envejecimiento fisiológico y en la neurodegeneración retiniana.

¿Todos los radicales libres son perjudiciales?

No necesariamente. En cantidades controladas desempeñan funciones fisiológicas:

  • Defensa inmunitaria (fagocitosis)

  • Regulación del tono vascular

  • Modulación de la expresión génica

  • Participación en mecanismos de señalización celular

La clave está en el equilibrio.

Sistemas antioxidantes del organismo

El cuerpo dispone de mecanismos para neutralizar radicales libres. Se dividen en:

1. Antioxidantes enzimáticos

  • Superóxido dismutasa (SOD): transforma anión superóxido en agua oxigenada

  • Glutatión peroxidasa: reduce peróxidos

  • Catalasa: actúa en peroxisomas

2. Antioxidantes no enzimáticos

Endógenos:

  • Vitaminas E y C

  • Betacaroteno

  • Glutatión

Exógenos (dieta y suplementos):

  • Selenio y zinc

  • N-acetilcisteína

  • Ácido alfa lipoico

  • Resveratrol

  • Precursores de tioles

Impacto del estrés oxidativo en la retina

La retina es el tejido con mayor consumo de oxígeno del organismo. Su intensa actividad metabólica y exposición a la luz la hacen muy susceptible al daño oxidativo.

El efecto sobre el polo posterior incluye:

  • Apoptosis de células neuronales y vasculares

  • Activación inflamatoria

  • Aumento de angiogénesis patológica

  • Implicación en enfermedades como retinopatía diabética y DMAE

Evidencias clínicas: antioxidantes y DMAE

El estudio AREDS (1990s) demostró que una combinación de:

  • Vitamina C

  • Vitamina E

  • Betacaroteno

  • Zinc

Ralentizaba la progresión hacia DMAE avanzada.

Posteriormente, el AREDS2 sustituyó el betacaroteno por:

  • Luteína y zeaxantina

Y añadió omega-3, aunque sin beneficio adicional significativo en el estudio.

Hoy, estas formulaciones siguen siendo un pilar en la prevención de progresión de la DMAE.

Otros antioxidantes utilizados en retina

  • Glutatión: considerado el antioxidante más potente

  • Crocetina (derivado del azafrán)

  • Coenzima Q10

  • Licopeno

  • Ácido lipoico

Recomendaciones clave

Para reducir el daño oxidativo ocular, se aconseja:

  • Evitar tabaco y alcohol

  • Controlar peso y dieta

  • Protegerse de radiación solar

  • Considerar suplementos antioxidantes cuando están indicados

  • Mantener un estilo de vida saludable

Conclusión

El estrés oxidativo es un proceso central en el envejecimiento ocular y en muchas enfermedades de la retina. Comprender sus mecanismos y apoyar al organismo con defensas antioxidantes —tanto fisiológicas como suplementarias— es esencial para preservar la salud visual.

La investigación continúa aportando evidencia que refuerza la importancia de estrategias preventivas y terapéuticas basadas en antioxidantes.